El henna es una planta de cuyas hojas se extrae un polvo que tiene la capacidad de teñir tanto la piel como telas y objetos. Ya los antiguos egipcios usaban el henna para decorar sus cuerpos y también para la fabricación de los primeros productos de belleza y tinturas de cabello, de hecho, actualmente muchas adolescentes usan henna para lograr una nueva tonalidad en el pelo sin agredirlo con productos químicos.
Pero el henna también es usado para realizar tatuajes temporarios.
Si quieres realizar tus propios tatuajes de henna, tienes que comprar este producto en una herboristería, pero sino puedes buscar algún artesano que te realice el diseño sobre la piel.
Este producto es ideal para aquellas personas que no se animan a realizarse un tatuaje convencional por miedo a las agujas, a las posibles infecciones o a que no les guste el resultado final y ya no puedan quitarlo. También es ideal para adolescentes que aún no les permitan tatuarse, para utilizar para un evento especial o simplemente para probar cómo quedará un diseño sobre tu piel. Los tatuajes con henna no son tóxicos, no penetran en las capas interiores de la piel ni se utilizan agujas, por lo que el procedimiento es muy sencillo y totalmente indoloro. Estos duran aproximadamente dos a tres semanas.
De acuerdo al tono de piel, el color del tatuaje variará entre el negro, el carmín, o el ocre, y hay zonas del cuerpo donde el henna se fija mejor. Cuando acaben el tatuaje es frecuente que te coloquen talco para fijar el diseño y que dure más.
Además, si quieres prolongar por más tiempo el tatoo sobre tu piel puedes colocarte vaselina sólida o en crema sobre el diseño antes de bañarte, de esta forma el agua resbalará y no desteñirá el tatuaje.