Con el paso del tiempo y luego de tener niños, los senos comienzan a verse afectados por estrías, flacidez y problemas dermatológicos, pues la piel de esta zona es muy delicada y se deteriora fácilmente. En consecuencia, si queremos que esa parte de nuestro cuerpo luzca perfectamente, hay que trabajar mucho para lograrlo.
Una combinación de cosméticos naturales, masajes y ejercicios obran milagros en un busto que ha sufrido los efectos del tiempo y de la lactancia.
Para mantener la hidratación de los senos se debe hidratar diariamente y aplicar una mascarilla reafirmante y nutritiva regularmente.
Una mascarilla revitalizante que puedes hacer de forma casera consiste en combinar 1 cucharada de ron blanco con 1 cucharada de jugo de limón. Aplica sobre la zona (excluyendo los pezones) mediante un masaje suave, luego del baño.
Haz una crema combinando 1 yema de huevo batida con 1/2 cáscara de limón rallada, para aplicar en los senos de apariencia arrugada. Deja actuar de 15 a 20 minutos, enjuaga con agua tibia y luego con agua fría.
La mejor terapia que puedes hacer para mantener el busto erguido son las duchas de agua fría. Si no logras tolerar esto, puedes ducharte con agua tibia y terminar con chorros de agua fría sobre los senos. Esto hará que los músculos se tonifiquen, la piel se mantenga tirante y el busto permanezca erguido.
Ejercicio 1: Toma en tus manos dos pesas de aproximadamente medio kilo cada una (puede ser cualquier objeto que tenga ese peso, como botellas de refresco llenas de arena), párate con las piernas ligeramente abiertas, abre los brazos y crúzalos al frente, flexiona los codos e intenta tocarte el pecho con las manos. Vuelve a la posición inicial y repite 10 veces.
Ejercicio 2: De pie, con la espalda apoyada contra la pared, dobla los codos y entrelaza las manos. Lleva las manos al mentón y aprieta palma contra palma mientras cuentas hasta 20.
Haz 10 series y descansa.
Ejercicio 3: Ponte de cuclillas, levanta los brazos doblando los codos, coloca las manos sobre la nuca y lleva la cabeza hacia atrás y luego hacia adelante. Repite 10 veces y descansa.
Ejercicio 4: De pie, en posición erguida, toma una toalla con ambas manos y tornéala llevando una mano hacia adelante y otra hacia atrás con fuerza. Mantén la posición unos segundos, descansa y repite el ejercicio 20 veces.
Como en todo tratamiento de belleza, la clave para tener un busto firme es la constancia. Combina los ejercicios, las recetas caseras y una alimentación sana para optimizar los resultados y lograr que tus senos se vean perfectos.