Los aceites de belleza ya eran utilizados hace siglos por los egipcios, griegos y romanos como forma de suavizar, regenerar, proteger y nutrir la piel.
Hoy en día, los aceites siguen siendo utilizados en cosmética y es muy recomendable su uso en forma natural, pues el aceite prensado en frío penetra la epidermis, la nutre y le devuelve su suavidad y luminosidad. Con aceites naturales, hierbas y aceites esenciales, puedes preparar mascarillas caseras adecuadas a tu tipo de piel.
Esta mascarilla limpiará a fondo el cutis graso, sin resecar demasiado la piel. Para prepararla necesitas:
Pon una cacerola a baño María 15 grs. de aceite de almendras dulces y ve agregando los demás ingredientes, revolviendo continuamente.
Añade 15 grs. de aceite de oliva, 15 grs. de aceite de germen de trigo, 15 grs. de cera blanca, 20 cc. de jugo de pepino, 4 gotas de aceite esencial de tomillo, 4 gotas de aceite esencial de serpol y 8 gotas de aceite esencial de lavanda.
Antes de que comience a hervir, quita del fuego, deja enfriar, aplica en el rostro con movimientos circulares y deja actuar 15 minutos.
Mezcla en un recipiente 1 cucharadita de arcilla verde, 3 cucharaditas de leche y 2 gotas de aceite esencial de lavanda. Mezcla los ingredientes y aplica sobre el cutis con las yemas de los dedos en movimientos circulares, hasta que penetre bien en la piel. Deja actuar de 15 a 20 minutos y enjuaga.
Notarás que consigues excelentes resultados con las mascarillas de aceite, pues sus propiedades hacen que penetre bien en la piel, haciendo más activos los principios de los aceites esenciales. Además, pueden proteger la piel del envejecimiento prematuro, suavizan, hidratan y nutren la piel gracias a su composición, rica en vitamina E y ácidos esenciales.