El rostro se ve expuesto durante todo el día a los rayos del sol, el viento, la grasitud y las toxinas, por eso debemos cuidarlo para tener una piel sana, suave y uniforme, y también para retrasar el envejecimiento.
Todas las mujeres deben cuidar su rostro desde la adolescencia, porque es la forma de prevenir problemas a futuro. Si bien al principio puede resultar engorroso limpiar el cutis todos los días, cuando nos acostumbramos vemos que es una tarea muy sencilla y que los resultados son muy buenos.
Lo primero que debes hacer al despertarte es lavarte el rostro. Evita utilizar jabón porque reseca la piel y puede producir descamaciones. Lávate sólo con agua tibia, y si tienes acné sí puedes usar un jabón antiséptico que genera una espuma especial de limpieza.
Una vez que tenemos el cutis limpio, pasaremos un tónico con un algodón. Tendrás que adaptar el tónico de acuerdo a tu tipo de piel, aunque el de pepinos se adapta muy bien para todas las pieles. Luego, llega el momento de aplicar la crema hidratante.
Es importante que la crema que utilices sea especial para el rostro, no utilices la misma que usas para el cuerpo. Te aconsejamos utilizar una crema hidratante con filtro solar, ya que previene la aparición de arrugas.
Luego de estos pasos, ya estás lista para colocar la base de maquillaje fluida y el resto del make up. O si prefieres el rostro natural, ya puedes salir a la calle con tu rostro limpio, fresco y suave.
Por la noche, debemos retomar la rutina de limpiar el rostro. Es imprescindible quitar todo el maquillaje, pero también debes limpiar el cutis si no utilizas make up. Utiliza un demaquillante natural o una crema de limpieza. Luego, aplicas el tónico y para finalizar, una crema nutritiva de buena calidad. Recuerda que también puedes usar una crema especial para el contorno de ojos.