La flacidez es uno de los peligros estéticos a los que nos exponemos las mujeres, especialmente cuando llevamos una vida sedentaria o cuando tenemos más de 35 años, ya que los tejidos musculares comienzan lentamente a volverse más débiles.
La flacidez puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, sin embargo, hay algunos lugares que son más proclives a lucir más débiles. Entre ellos se encuentran la papada, la zona alta de los brazos, el vientre, la zona interna de las piernas y los glúteos.
Además del paso del tiempo y el sedentarismo, también hay otros factores que inciden en la aparición de la flacidez, como por ejemplo las oscilaciones de peso, el consumo excesivo de tabaco, alcohol y café y una dieta inadecuada, como por ejemplo, la gran cantidad de grasas.
Los principales consejos para evitar la flacidez, están relacionados con el cuidado de tu cuerpo por dentro y por fuera. Es esencial realizar ejercicios de tonificación con mancuernas para evitar la pérdida de masa muscular. Además, a partir de los 30 años es recomendable utilizar una crema reafirmante enriquecida con colágeno y vitamina E.
Respecto a la dieta, se debe consumir una buena cantidad diaria de alimentos que contengan betacarotenos y sustancias antioxidantes.
Si te niegas a ir al gimnasio, puedes realizar ejercicios de tonificación en tu hogar utilizando botellas con agua a modo de mancuernas. También puedes utilizar un palo de escoba para hacer sentadillas y fortalecer los músculos de las piernas y los glúteos. La bicicleta o los rollers son grandes aliados a la hora de tonificar el cuerpo.
El último consejo es que no abuses del sol, y utiliza siempre una protección adecuada, ya que el sol destruye las reservas de colágeno del organismo, que son las encargadas de darle elasticidad y flexibilidad a la piel.