La naturaleza nos brinda muchos alimentos y plantas que contienen una amplia variedad de propiedades medicinales. Antiguamente, cuando aún no existían los medicamentos, los pueblos utilizaban lo que estaba al alcance de su mano, y algunos productos pueden ser tan efectivos como una medicina.
El ajo es considerado un medicamento natural debido a sus múltiples propiedades. Resulta que el ajo contiene alicina, una sustancia natural presente en pocos alimentos que tiene el beneficioso de ser un poderoso antibiótico y antimicrobiano.
Lamentablemente, el olor fuerte y penetrante del ajo hace que muchas veces no lo incluyamos en las comidas diarias, pero deberíamos hacerlo si lo que queremos es privilegiar nuestra salud. Por ejemplo, el ajo es excelente para regular la presión arterial, por lo que si tienes problemas de hipertensión, consume ajo a diario y verás los buenos resultados.
Además, el ajo activa la circulación y previene la formación de trombos y edemas que pueden producir infartos y graves problemas de salud. El ajo también es considerado un diurético natural y previene la aparición de parásitos.
Por su rol activador de la circulación, el ajo es muy efectivo para prevenir las várices, tratar las hemorroides y todos los problemas de las venas.
El ajo también demostró ser efectivo para calmar los dolores de muela, al menos mientras acudimos al odontólogo. Para eso corta una lámina de ajo y colócala con un pequeño trozo de pan sobre la muela que te duela.
En lo que a la belleza se refiere, el ajo nos ayuda mucho, porque al favorecer la circulación previene la celulitis y hace que nuestra piel luzca mejor. Este alimento es excelente para tratar el acné y los espinillos, para eso, puedes mezclar ajo triturado con alcohol y dejarlo macerar durante varios días en un frasco cerrado. Luego, colocas la preparación sobre los barritos con un algodón.