Para tener los pies bellos y sanos se recomienda la hidroterapia, que consiste en caminar descalzo cada vez que sea posible, dentro de la casa, sobre el césped húmedo, sobre arena húmeda o sobre piedras húmedas. Esto no es solamente beneficioso para la salud de los pies, sino que es considerado un tratamiento saludable para todo el cuerpo.
Un tratamiento de belleza semanal debe comenzar con una limpieza profunda, que elimine la piel endurecida de los talones. Usa para ello una piedra pómez frotándola sobre la piel suavemente mediante movimientos circulares. Esto quitará la piel muerta, le dará suavidad a los pies y evitará problemas mayores.
Masajes para pies: Luego de la limpieza profunda, se recomienda un masaje reparador. Puedes acudir a un masajista o hacerlo tú mismo sentándote tranquilamente y colocando bajo tus pies dos pequeñas pelotas, o una botella vacía. Envuelve tus pies en una manta y, con suaves movimientos, haz rodar las pelotas o la botella durante 10 o 15 minutos.
Baño de inmersión: Llena un recipiente con agua tibia y 1 cucharada de sal de epsom. Sumerge los pies y déjalos reposar unos minutos. A continuación, sécate con una toalla y hazte una esmerada pedicura. Luego del agua caliente, tendrás las cutículas blandas. Retíralas hacia atrás con un palito, corta y lima las uñas (no demasiado rectas) y termina la rutina de belleza aplicándote una crema hidratante natural en todo el pie, exceptuando los dedos.
Los tónicos en base a aceites y aceites esenciales son también recomendados para devolver la elasticidad y calmar la piel cuarteada.
Además de hacer este tratamiento de belleza semanal, debes cuidar tus pies todos los días.
No uses zapatos ni calcetines demasiado apretados, mantén la limpieza lavándotelos diariamente con agua y jabón y secándote bien la zona entre los dedos, usa un talco natural y visita una vez por año al podólogo, para prevenir problemas de salud en tus pies.