En los meses fríos, la piel y el cuerpo necesitan cuidados especiales. Las bajas temperaturas y el viento perjudican nuestro cutis y lo vuelven más áspero y seco, además de que aceleran la aparición de arrugas.
Si bien en el invierno no nos exponemos directamente al sol, eso no significa que los rayos no lleguen hasta nuestra piel. Aunque el sol no nos quemará, en esta época igualmente debemos utilizar cremas hidratantes con filtro solar para evitar la aparición de arrugas.
La llegada del invierno es un buen momento para realizar una exfoliación completa de nuestro cuerpo y lograr una piel renovada, a la vez que removemos las células muertas y posibilitamos la apertura de los poros.
Durante los meses fríos la piel del rostro tiende a volverse más seca, por eso debes utilizar una crema hidratante de día y una nutritiva por la noche. Además, puedes realizarte una mascarilla humectante y suavizante una vez a la semana o cada quince días.
En invierno debemos beber mucha agua para contrarrestar la resequedad de la piel, especialmente si estás durante muchas horas en ambientes muy calefaccionados. Un truco consiste en colocar un recipiente con agua en la oficina o el hogar, de esa manera, el ambiente se mantendrá húmedo a pesar de la calefacción fuerte y eso se verá reflejado en tu piel.
También es aconsejable utilizar un jabón hidratante cuando te bañas, un jabón líquido humectante será muy útil. Evita los jabones antibacteriales, porque resecan mucho la piel.
Un exfoliante e hidratante casero y muy natural consiste en mezclar un poco de aceite de oliva con sal entrefina o parrillera. Pásate la mezcla por todo el cuerpo, sin olvidar las zonas más ásperas como son las rodillas, los codos y los pies. Colócate el exfoliante haciendo masajes circulares en todo el cuerpo, deja actuar unos minutos y luego dúchate con agua tibia. Luego, coloca tu crema habitual. Notarás en pocos minutos un hermoso efecto en todo tu cuerpo.
Para exfoliar el rostro, puedes mezclar yogurt natural con azúcar o sal. Coloca la mascarilla en la cara y déjala actuar durante quince minutos. Luego, retira con un algodón y abundante agua tibia.