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Versión para imprimir del artículo Los mitos de la nuez de la India para adelgazar. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Son muchas las mujeres que con el afán de adelgazar rápido se someten a todo tipo de tratamientos o dietas restrictivas, o compran productos que prometen milagros. Pero lamentablemente, la magia es sólo una ilusión y para adelgazar necesitamos de esfuerzo y perseverancia.
La nuez de la India es un compuesto que ha tenido mucho auge en los últimos tiempos, sin embargo, no tiene probado ningún efecto beneficioso, y sí se han registrado algunos efectos adversos.
La nuez de la India es, en realidad, originaria de Indonesia, aunque ha comenzado a cultivarse en varias zonas del mundo (especialmente en Brasil) debido a su auge como tratamiento para adelgazar.
Se trata de un fruto tóxico, por eso, para lograr el efecto adelgazante se pide que se consuma sólo un cuarto por día. Sin embargo, se han producido muchos casos de intoxicaciones graves que demuestran que este tratamiento contra la obesidad no es nada seguro para la salud.
La nuez de la India es promocionada como un producto natural para adelgazar, pero se han reportado efectos adversos como dolores de estómago, diarreas, bradicardia, y dolores musculares. Aunque por internet ofrezcan a la nuez de la India como la solución para perder los kilos de más, lo cierto es que es un verdadero peligro para nuestra salud.
Dejando de lado sus contraindicaciones, es importante aclarar que el supuesto efecto adelgazante de la nuez de la India se logra gracias a su propiedad laxante, por lo que en realidad lo que produce es una solución para el estreñimiento y para no lucir el vientre abultado por efecto de la constipación. Este producto no quema grasas ni reduce calorías, y si a eso le sumamos la posibilidad de que pueda producirnos una intoxicación, está claro que la nuez de la India no es un producto aconsejable, por más natural que sea o por más que quieran vendérnoslo como adelgazante.
Si quieres adelgazar, lo mejor que puedes hacer es una dieta variada y equilibrada, en lo posible supervisada por un nutricionista. Y claro que habrá que acompañar la dieta con un poco de ejercicio físico.
