Si bien todos asociamos al calor con los tratamientos de belleza, actualmente se está utilizando mucho la hieloterapia.
Ya no se trata de eliminar toxinas a través de la transpiración ni de sudar en el sauna, sino de tener frío.
Resulta que se ha comprobado que aplicar hielo sobre zonas puntuales del cuerpo que sufran de sobrepeso o flacidez, ayuda a reducir tallas y tonificar los músculos.
La terapia de hielo es utilizada en algunos Spa como un tratamiento de lifting natural, con el agregado de que también mejora la circulación sanguínea. Luego de la terapia con hielo, hay que aplicar una crema exfoliante para remover todas las células muertas y que la piel luzca como nueva.
Actualmente existen novedosas formas de aplicar el hielo para fines terapéuticos, y en los centros de estética se utilizan bandas de gel que se congelan y se aplican sobre la piel.
Las piernas y el abdomen son las más beneficiadas con la hieloterapia, aunque el rostro también necesita de las propiedades del frío para descongestionarse y eliminar la hinchazón de los párpados. Si sufres frecuentemente de esos problemas, puedes comprar un antifaz de gel y guardarlo en la nevera, para ser utilizado cuando lo desees y lucir un rostro desinflamado en cualquier momento.
Algunos tratamientos de belleza muy efectivos que están en boga actualmente son los que combinan la terapia del hielo con las técnicas de fango. Mientras que el hielo descongestiona, tonifica y reduce tallas, el fango exfolia la piel, elimina impurezas y previene la aparición de celulitis.
La terapia del hielo es también aconsejable para mujeres que fueron madres recientemente, ya que les ayudará a reafirmar los tejidos tanto del vientre como de los senos.