Cada vez con más frecuencia, muchas mujeres deciden utilizar productos naturales para sus tratamientos de belleza. Recordemos que los cosméticos industriales, además de utilizar muchos aditivos químicos, también realizan pruebas de laboratorio con animales, lo que ha hecho que organizaciones ecologistas de todo el mundo se opongan a esta industria.
Antiguamente, las mujeres se servían de la naturaleza para estar más bellas y no debían acudir a ningún producto químico. Si quieres beneficiarte de las propiedades de las plantas, sólo debes saber cuáles son más adecuadas para cada tipo de piel.
Por ejemplo, para las pieles secas es muy beneficioso que utilices aceite de coco y de ricino. En cambio, para las pieles grasas es recomendado el romero, tomillo, el limón, naranja o el agua de rosas. Para las pieles normales, es muy útil realizarse una mascarilla de berro.
Si tu problema es la piel que se irrita o se enrojece con mucha facilidad, te recomendamos probar con la manzanilla. Puedes hacer una infusión a base de esta hierba, dejarla enfriar y colocarte con un algodón por todo el rostro y cuello. También es recomendable el hammamelis y el aloe vera.
Existen otras plantas calmantes como la caléndula o la camomila, ya que tienen efecto desinflamatorio. Por su parte, las hojas de malva son un remedio natural ancestral que se utiliza para calmar inflamaciones, desinfectar y aliviar la irritación.
Para el acné, también es muy beneficiosa la utilización de rosa mosqueta o de abedul.
Claro que no debemos olvidarnos de la menta, una planta con un aroma único que se encuentra en casi todos los países del mundo. La menta es ideal para activar la circulación y para relajar piernas cansadas y pies. Recomendamos colocar agua tibia en una palangana y echar un puñado de hojas de menta. Luego, sumerge tus pies y será un momento de relax diario.