Un tatuaje debe ser algo que se haga luego de haber pensado mucho su significado y evaluado el diseño y el lugar del cuerpo donde lo llevaremos. Sin embargo, hay personas que son impulsivas y hacen lo que sienten en el momento, sin reparar en las consecuencias. Es por eso que existe mucha gente que se arrepiente de los tatuajes que se hizo en otra época de su vida y quiere modificarlos.
Actualmente, los procedimientos estéticos han avanzado de manera asombrosa y es posible transformar un tatuaje e incluso eliminarlos. Claro que no todos los casos son iguales, y a la hora de borrar un tatuaje hay que tener en cuenta el tamaño, los colores que se utilizaron, el diseño, el tiempo, la piel y la zona del cuerpo en donde se encuentra, ya que hay procedimientos que son muy agresivos y podrían dañar el cutis si es un parte delicada.
La forma más fácil de camuflar un tatuaje indeseado (por ejemplo, el nombre o la inicial de una ex pareja) consiste en realizar un dibujo a partir de esas letras. Si el tatuaje es pequeño y no muy profundo, se puede aplicar un líquido especial que es abrasivo y va borrando progresivamente el tatuaje. Recuerda que esto sólo puede hacerlo un profesional capacitado, como un dermatólogo.
También existen métodos quirúrgicos para eliminar los tatuajes, algunos consisten en colocar un injerto de piel en la zona y otros en microcirugías. Los tratamientos con láser también están dando buenos resultados para borrar cicatrices y tatuajes, aunque se necesitan varias sesiones.
Otra alternativa es realizar un tratamiento con cremas aclarantes, pero este método sólo aplaca la intensidad de los colores, no elimina los tatuajes; la ventaja es que no es un tratamiento agresivo.