El mundo de la estética evoluciona cada día y surgen nuevas formas de tratamiento con el fin de estar más bellas y vernos bien por mucho tiempo. En los últimos tiempos, en los gabinetes de estética aparecieron los aparatos, y uno de los más renombrados es la ultracavitación.
Este procedimiento es muy utilizado con buenos resultados en el tratamiento de la celulitis. La ultracavitación, también llamada simplemente cavitación, consiste en colocar un gel sobre el cuerpo y luego aplicar ultrasonidos a baja frecuencia, con el fin de destruir las células adiposas que provocan la acumulación de grasa y la celulitis. La grasa que se desprende a través de esta técnica se elimina naturalmente por la orina, por lo que no genera riesgos para la salud.
Como vemos, la cavitación es una alternativa mucho más saludable que la liposucción, y nos permite modelar nuestro cuerpo sin necesidad de acudir al quirófano. Claro que nada es mágico y no se debe abandonar el tratamiento, ya que para que la ultracavitación sea efectiva hay que cumplir con varias sesiones y utilizar una crema especial todos los días.
El beneficio de la cavitación es que actúa sobre zonas puntuales, focalizando el tratamiento y permitiendo resultados en poco tiempo. Además, la paciente no siente dolor ni molestias durante la aplicación del ultrasonido, sólo sentirá el frío del gel durante unos segundos. Indirectamente, el tratamiento también activa la circulación y elimina toxinas. También tonifica la piel y hace más resistentes los tejidos.
Cada sesión de ultracavitación dura aproximadamente 35 minutos y es conveniente tratar individualmente cada zona. Es decir, primero dedicarnos a los glúteos y luego a otras áreas. La cantidad mínima de sesiones que se necesitan son seis.
Si bien es un método seguro, siempre es aconsejable consultar con tu médico antes de comenzar un tratamiento de cavitación.