Es imprescindible que en nuestro botiquín contemos con un jabón antiséptico y antibacterial, ya que es un producto ideal para evitar que los microbios penetren en nuestra piel y la infecten. Un jabón antiséptico puede utilizarse tanto para el lavado de manos, cuando volvemos de la calle y así evitar enfermedades, como también para la limpieza semanal del rostro, evitando el acné o la infección de barritos y espinillos.
El mejor jabón casero y totalmente natural es el realizado a base de aceite esencial de árbol de té (lo puedes conseguir en las farmacias naturales). Para fabricar tu propio jabón antiséptico necesitarás medio kilo de jabón base de glicerina, que una vez que lo fundas a baño maría, debes mezclarlo con un puñado de té verde seco y dos cucharadas de aceite esencial de árbol de té. Lo colocas en moldes adecuados y los dejas enfriar. En pocas horas podrás disfrutar de un jabón antiséptico totalmente natural y especial para pieles sensibles.
También puedes realizar tu propio jabón a base de miel y limón, que tiene propiedades fungicidas, emolientes y se lo puede utilizar diariamente. Sólo debes tener la precaución de utilizarlo apenas lo fabricas, ya que no tiene mucha vida útil a causa de la miel, aunque te durará quince días sin ningún inconveniente. También puedes mezclar la base del jabón de glicerina con miel y avena, y así obtendrás un jabón antiséptico, exfoliante y antibacteriano.
Incluso, en algunas tiendas de productos naturales puedes comprar jabones a base de miel y propóleo, que son excelentes antimicrobianas, y además, suavizan la piel y colaboran en la cicatrización de heridas provocadas por el acné.