La cosmética artesanal y natural nos permite probar muchas combinaciones diferentes de aromas y aditivos. Además, posibilita que hagamos un jabón a la medida de nuestras necesidades.
Hoy te proponemos que pruebes el jabón de aleppo, que limpia la piel en profundidad, le otorga suavidad, elimina bacterias y brinda una buena hidratación y agradable aroma.
El jabón de aleppo es originario de Siria y se cree que fue el primer jabón sólido que existió en el mundo. Debido a sus grandes beneficios, este producto aún es utilizado en todo el mundo y conserva su aspecto añejo y rústico.
El jabón de aleppo fue la primera crema para masajes que existió y también se lo utilizó para lavar la ropa de los bebés, sin riesgo de que les produzca alergia.
Contiene aceite de laurel y aceite de oliva. Su delicada espuma deja la piel suave y sumamente hidratada, con la tranquilidad de saber que no utilizas ninguna sustancia química en tu piel. Además, este jabón se utiliza para pieles delicadas ya que no produce irritación. También es utilizado por personas que padecen de psoriasis, acné recurrente y eczema.
El jabón de aleppo también aporta importantes nutrientes a la piel como vitaminas A, E y C y minerales como el hierro, zinc y azufre. Debido a sus propiedades, puede utilizarse para la piel y también para lavar el cabello o rasurarse. También es muy útil usar su espuma como mascarilla, ya que dejará nuestra piel muy suave.
Este jabón no contiene ningún tipo de aditivo, es biodegradable, ecológico y un producto ideal para las personas que quieren cuidar su piel en forma natural. Su uso continuado actúa como un antiséptico y antibacteriano natural, a la vez que nutre la piel y la hidrata en forma profunda.