Las mujeres somos propensas a sufrir complicaciones en nuestro aparato reproductor, por eso debemos cuidarnos en todas las etapas de la vida y realizarnos controles médicos frecuentes.
Son muchas las causas por las que puede aparecer un tumor y muchas veces permanece invisible o sin dar síntomas, por lo que si no nos hacemos el control anual con el ginecólogo, corremos el riesgo de que la enfermedad se detecte en forma tardía.
Afortunadamente, los grandes avances científicos permiten curar a muchas personas que padecen cáncer, pero los médicos afirman que esto es posible sólo si se logra un diagnóstico temprano, por eso es que se hace tanto esfuerzo en concientizar a las mujeres para que realicen un autoexamen de mamas y acudan al médico ante cualquier dureza que sientan en los senos. Además, la realización de un Papanicolaou (PAP) anual permite detectar a tiempo los tumores de útero y ser tratados prontamente.
Es importante que las mujeres se realicen un autoexamen mamario todos los meses, pero debe hacerse luego de varios días de finalizada la menstruación, ya que si se hace antes podremos alarmarnos por algunas durezas que son normales en los días previos a la regla.
Además, anualmente debemos realizarnos junto al PAP, una colposcopia y una ecografía mamaria. A partir de los 35 años o si tienes antecedentes familiares de cáncer de mama, también deberás realizarte una mamografía.
Es interesante saber que del total de los tumores de mama que se detectan, la mayoría son benignos, por lo que la aparición de un tumor no es sinónimo de cáncer.
Ante la aparición de una protuberancia, el médico ordenará una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Además de la dureza, otros síntomas a tener en cuenta son protuberancias en las axilas, dolores en los senos o el vientre, sin que estén relacionados al período mensual de la ovulación o a los días previos a la menstruación, cambio en el color de los pezones, secreciones mamarias, pérdida de peso sin motivo aparente, entre otras.