Si tu piel se escama fácilmente, se irrita, es afectada por alergias, eccemas o psoriasis, tienes la piel del tipo sensible. Para tratarla, es recomendable que utilices cosméticos especiales; no deben ser irritantes, exfoliantes ni tener efectos de peeling.
Una solución natural para evitar los efectos de irritación, es usar una mascarilla de pepino combinada con otros productos naturales.
Ingredientes:
1 pepino
2 cdas. de yogur natural
1 cda. de avena
1 cda. de levadura de cerveza
1 cta. de miel
Un recipiente
Un mortero
Una procesadora
Espátula de madera
Comienza moliendo en el mortero la avena hasta lograr un polvo muy fino. Haz esto de modo meticuloso; recuerda que la avena granulada es exfoliante y los exfoliantes no son recomendados para la piel del tipo sensible.
Una vez que hayas terminado de preparar el polvo de avena, mézclalo con la levadura y reserva esta mixtura. Pela el pepino, córtalo en rebanadas y colócalo en la procesadora hasta lograr un puré suave. Añade el yogur, la miel y luego la mezcla de avena y levadura. Revuelve bien todos los componentes hasta lograr una crema homogénea.
Aplica sobre la cara y el cuello limpios y deja actuar durante 15 o 20 minutos antes de enjuagar con agua tibia. A continuación, usa una crema hidratante o una loción hidratante natural.
Antes que nada, debes cuidar que no esté en contacto con ropa que pueda causarte alergias, que pueda rayarte o pincharte o que sea lo suficientemente áspera como para que el roce te pueda provocar irritación.
Presta atención a todos los productos cosméticos que usas, como las cremas, los demaquillantes, los jabones, desodorantes, perfumes y aún los talcos y protectores solares.
Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, y reduce o elimina los alimentos irritantes, como el picante y el alcohol.
No te expongas a cambios bruscos de temperatura, al sol directo, al excesivo frío y cuida tu piel en todo momento con productos y mascarillas naturales.