El alcanfor es una sustancia muy conocida especialmente por su olor fuerte y penetrante que se obtiene del árbol alcanforero, originario de Asia.
El alcanfor se utiliza desde hace miles de años como bálsamo natural y también con propiedades medicinales. Esta sustancia tiene la propiedad de generar una sensación de frescura instantánea al ser apoyada sobre la piel, similar a la que provocan los productos con mentol, por esto es que actúa como un analgésico local y también como antimicrobiano.
En la cosmética natural, el alcanfor es utilizado para la elaboración de shampoo y cremas ya que es regula el exceso de secreción sebácea, lo que lo transforma en un producto ideal para aquellas personas que tengan piel o cabello graso.
Las cremas con alcanfor son excelentes para mejorar la circulación, especialmente en las piernas.
Pero también se ha comprobado que el alcanfor tiene importantes propiedades a la hora de estimular el sistema nervioso, por lo que es utilizado en las terapias antiestrés.
Además, el alcanfor es un excelente descongestionador de las vías nasales gracias a su aroma penetrante y mentolado.
Es muy utilizado para realizar masajes terapéuticos y también por los kinesiólogos deportivos. Los aceites para masajes con este ingrediente adquieren propiedades afrodisíacas porque permite experimentar cambios de temperatura al ser colocado sobre la piel.
El alcanfor también es utilizado para purificar ambientes, y su aroma puede encontrarse en sahumerios, y desodorantes.
Ten cuidado, porque en dosis altas, el alcanfor puede ser tóxico o provocar alergias. Siempre toma la precaución de probar un producto con alcanfor en algún área pequeña de tu piel y dejarlo actuar varias horas. Si al cabo de ese tiempo no sufriste ninguna reacción alérgica, puedes utilizarlo en toda tu piel.