Las uñas bien cuidadas y con una buena manicura son un elemento muy importante en la belleza femenina. Si te gusta la manicura francesa, ¿porqué no aprender a hacerla en casa?
La manicura francesa es el tipo de uñas de color pálido con la punta pintada de blanco. Comúnmente se usan las uñas cuadradas, tan cuadradas como tú lo desees, o levemente redondeadas.
Para comenzar, lávate las manos con agua tibia y mantén las uñas en remojo por 5 minutos, para que las cutículas se ablanden. Seca tus manos y quítate el viejo esmalte con un quitaesmalte o acetona.
Toma un palillo de naranjo y empuja suavemente todas las cutículas hacia atrás. Recuerda que nunca debes cortarlas, pues esto hará que crezcan aún más grandes. Una vez que hayas hecho este procedimiento, límate las uñas de la forma que a ti más te guste, siempre llevando la lima hacia el mismo lado, para que tus uñas no se quiebren.
Elige un color de esmalte para utilizar como base. Puede ser un color claro, un brillo o un fortalecedor de uñas. Aplícate una capa desde la parte interna de la uña hacia afuera, comenzando en el centro y luego pintando cada lado. Deja que el esmalte se seque completamente antes de continuar con la manicura.
A continuación, pinta las puntas de las uñas utilizando un esmalte blanco. Haz este proceso con mucho cuidado para que quede prolijo, o incluso puedes comprar en un salón de belleza una plantilla para realizar este trabajo a la perfección.
Espera el tiempo que sea necesario hasta que las puntas de tus uñas se hayan secado bien, y continúa con otra capa de esmalte.
El paso siguiente es aplicar un color transparente, que puede ser levemente rosado, crema, lila o el color que gustes. Si lo deseas, y dependiendo del tipo de esmalte que uses, puedes aplicar una segunda capa.
Ya está lista la manicura francesa, ahora debes procurar que permanezca impecable por más tiempo. Para ello, aplícate una capa de laca para uñas sin color cada uno o dos días.