Seguramente todos asociamos la sal a la alimentación, pero también es un producto que podemos incorporar en muchas de nuestras recetas naturales de cosméticos.
El cloruro de sodio es un elemento muy económico, que está presente en todas las casas y que nos permite estar más lindas y fabricar nuestros propios tratamientos de belleza.
Por ejemplo, la sal es un excelente producto para eliminar la caspa en forma natural. Para eso, deberás masajearte el cuero cabelludo con sal fina durante varios minutos. Luego, moja tus manos y vuelve a masajear. Después te lavas el cabello con el agua lo más fría que soportes, así se cerrarán los poros y progresivamente irá desapareciendo la caspa. Puedes realizar este tratamiento una vez a la semana.
La sal también disminuye la inflamación y evita las infecciones, por lo que es muy útil para esos momentos en que no puedes evitar el impulso de reventar un granito de tu piel. Luego, aplica una compresa de agua tibia y sal fina para evitar que se infecte y se hinche. También puedes hacer lo mismo con bicarbonato de sodio. Estas compresas también son útiles para desinflamar los párpados luego de llorar o dormir mal.
La sal es un excelente exfoliante natural. No tienes más que agregarle a tu aceite de almendras o jojoba, o una crema base, y exfoliar con esa mezcla la piel de todo el cuerpo.
Pero la sal gruesa o marina también puede usarse para potenciar nuestra belleza natural. Si mezclas un paquete de sal gruesa en un frasco y a eso le añades varias gotas de colorante para jabones, junto a un poco de aceite esencial o gotas de tu perfume preferido, obtendrás unas espléndidas sales de baño, decorativas y muy relajantes.