El yogur es bueno para calmar y refrescar la piel después de la exposición al sol, es antioxidante, tónico, exfoliante y antibacteriano, y por este motivo puede ayudarte a quitar el acné. Combinado con otros productos naturales hace maravillas en la piel: tonifica, hidrata, seca los granitos y también suaviza las arrugas.
Veamos algunas mascarillas para aprovechar todas sus propiedades.
La mascarilla de yogur y algas, útil para exfoliar y suaviza, te dejará la piel suave, limpia y tensa. Para prepararla, pon 3 cucharadas de yogur en un recipiente y agrega una cucharadita de algas deshidratadas hechas polvo, y una cucharadita de miel. Revuelve la mezcla y aplícala sobre la cara y cuello, deja actuar 10 minutos y enjuaga con agua tibia.
La mascarilla de yogur y miel te dejará la piel suave e hidratada. Para prepararla, mezcla en un recipiente cantidades iguales de yogur y miel, aplícala sobre el rostro, déjala actuar de 5 a 10 minutos y enjuaga con agua tibia.
Una mascarilla corporal la puedes preparar mezclando en un recipiente iguales cantidades de puré de calabaza, puré de zanahoria, miel y unas cucharadas de yogur. Recuerda que las verduras deben estar crudas, por lo tanto necesitas procesarlas. Una vez que tengas lista la mascarilla aplícala sobre tu cuerpo dándote un masaje, deja que los productos naturales actúen 15 minutos y date un baño utilizando un jabón natural.
Un tónico excelente para la piel del rostro y el cuello es la mascarilla de yogur y durazno.
La preparas haciendo un puré con un durazno maduro y agregándole una taza de yogur natural. Aplícate la mascarilla en la cara y en el cuello y descansa durante 15 minutos antes de enjuagarla.
Una manera de humectar la piel y darle tono es hacer una mascarilla de yogur y banana. La preparas haciendo un puré con una banana a la que debes agregar media taza de yogur natural. Mezcla los ingredientes hasta formar una crema suave, aplícala sobre la piel y deja que el producto actúe durante 15 minutos antes de enjuagar con agua tibia.
Una mascarilla antiarrugas la puedes hacer también con yogur. Para ello, mezcla en un bol un tomate pequeño desmenuzado con dos cucharadas de yogur. Revuelve bien hasta hacer una pasta homogénea, aplícala sobre el rostro y cuello y deja que actúe de 10 a 15 minutos antes de lavarte la cara con un jabón neutro.