El café es un fantástico exfoliante, y además, tiene propiedades muy beneficiosas para la piel. Para ello, utiliza un café natural molido, de excelente calidad, sin agregados de ningún tipo.
Un café molido natural es sumamente benéfico para la piel. Por ello debes adquirir un producto que no tenga ningún agregado, no esté torrado, ni tenga ningún otro proceso industrial. Lo mejor es adquirir un café de grano y molerlo en casa; de esta manera tendrás la seguridad de que estás utilizando un producto 100 % natural.
Ingredientes:
Café molido o café en grano y un molinillo
Leche
Procedimiento:
Si utilizas café en grano, muélelo con un molinillo de forma de lograr un polvo liviano.
Pon dos o tres cucharadas de café molido en un recipiente, y agrega de a poco la leche mientras revuelves hasta hacer una pasta espesa y suave. El procedimiento es el mismo que cuando bates un café instantáneo, el resultado debe ser una crema suave y espumosa.
Una vez que tengas la crema de café lo bastante espesa como para que no se deslice y termine ensuciándote la ropa, aplíca con las yemas de los dedos sobre la cara y el cuello mediante masajes circulares. Ten en cuenta que la crema no debe tocar la zona alrededor de los ojos ni la boca.
La mascarilla de café se aplica como un exfoliante, es decir, remueve las impurezas de la piel. Para ello debes aplicarla dándote un masaje suave en movimientos circulares.
Luego masajear dos o tres minutos, deja que la crema actúe sobre la piel 15 o 20 minutos más. Mientras tanto, recuéstate y relájate para descansar los músculos de la cara, y así el producto natural penetre en la piel fácilmente.
Pasado este tiempo, remueve la mascarilla lavándote la cara con agua tibia. A continuación, puedes usar un tónico hidratante. Espera unas horas antes de aplicarte algún tipo de maquillaje. Al instante notarás los resultados sorprendentes de esta mascarilla de café, que te dejará la piel muy limpia y suave.