Las semillas son productos naturales excelentes si lo que queremos es cuidar nuestra salud, ya que nos brindan muchos beneficios nutricionales, y también son aptas para incorporarlas en nuestros tratamientos caseros de belleza.
La amapola es aquella flor roja que alegra muchos campos con la intensidad de su color. Sus semillas son negras y pequeñas, y podemos incorporarla a nuestra vida diaria para disfrutar de sus beneficios.
Las semillas de amapola son fáciles de digerir y aportan mucha fibra y minerales al organismo. Pero además, estas semillas fueron usadas en la antigüedad como una medicina natural por su poder para eliminar el estrés, ya que es un sedante del sistema nervioso.
La mejor forma de consumir semillas de amapola es incorporándolas en la alimentación, por ejemplo en panes, tortas, rellenos, ensaladas. Aunque también puedes hacer un exquisito té de amapolas. Te recomendamos tostar las semillas, ya que desprenden un exquisito aroma.
Otra ventaja es que nos ayudan a vernos más bellas ya que son un excelente exfoliante. Si tu problema es el acné o los puntos negros, te recomendamos realizar una mascarilla a base de pulpa de fresas y semillas de amapola.
El aceite de amapolas también es un buen complemento a la hora de darnos un baño de inmersión relajante. Coloca varias gotas de este líquido en el agua caliente y disfrutarás de sus beneficios sedantes.
Si te gusta fabricar jabones artesanales, puedes incorporar las semillas y transformarlos en jabones exfoliantes caseros. Además, son muy decorativas y harán lucir muy bien a tus productos artesanales. Por ejemplo, el jabón con semillas de amapola y aceite esencial de eucalipto es excelente para las pieles con acné.
Puedes obtener semillas de amapola en todas las dietéticas y comercios de granos sueltos.