La lecitina, además de ser un buen antioxidante, suavizante, emulsionante e hidratante, es un producto natural con el que se pueden hacer diversas cremas caseras para cuidar la piel. Para ello se usa la lecitina de soja o girasol combinada con otros productos naturales.
En cosmética, se usa como antioxidante y emulsionante que tonifica, humecta y suaviza la piel. Este producto, aunque muy graso, es absorbido y actúa protegiendo, hidratando y reparando. Reduce la inflamación de la piel o las ojeras, calma la irritación, hidrata, mejora la textura y previene la formación de arrugas y de líneas de expresión. Es además un producto 100% natural sin contraindicaciones.
Ingredientes:
- 6 cdas. de lecitina vegetal
- 12 cdas. de romero
- 12 cdas. de aceite de tilo (u otro aceite fino)
- 3 cdas de mantequilla de karité
- Una cuchara
- Un frasco de tapa hermética
- Dos cacerolas
Elaboración:
Pon a baño María la mantequilla de karité, y una vez que se haya fundido, agrega el aceite, la lecitina vegetal y el romero preparado en infusión. Revuelve hasta homogeneizar los componentes sin que la crema hierva. Quítala del fuego, espera que se enfríe un poco y envásala en un frasco de tapa hermética.
Crema de lecitina para cuidar la piel seca: Mezcla en un recipiente 1 cucharada de lecitina vegetal, 2 cucharadas de aceite de jojoba, 3 cucharadas de agua de azahar o agua de rosas, y unas gotas de un aceite esencial de geranio.
Crema de lecitina para piel grasa: Combina 1 cucharadita de lecitina vegetal, 2 cucharaditas de aceite de almendras dulces, 6 cucharaditas de agua de azahar o agua de rosas, y 2 gotas de aceite de hipérico o salvia.
Crema de lecitina para la piel sensible: Mezcla en un recipiente 1 cucharada de lecitina con 1 cucharada de aceite de aguacate, 2 cucharadas de aceite de geranio y unas gotas de aceite esencial de lavanda.