Los beneficios del yoga son muchos, pues éste no sólo es un ejercicio que nos ayuda a mantener la línea, sino que además alivia el dolor, supera el estrés, incrementa la fuerza, la flexibilidad y la energía.
El yoga es muy beneficioso para la salud, tanto física como mental. Practicarlo de forma periódica alivia la tensión del cuerpo, nos mantiene en línea aumentando nuestra autoestima y nos hace sentir mejor anímicamente.
Además, ayuda a aliviar el dolor en personas que padecen los síntomas de muy diversas enfermedades. Calma el estrés, relaja la mente y reduce los niveles de cortisol en el organismo, generando paz y bienestar.
El ejercicio aumenta la flexibilidad, controla el peso corporal y ayuda a quemar grasa, haciendo que estemos en línea sin necesidad de hacer dietas estrictas.
Hacer yoga aumenta la resistencia cardiovascular porque reduce la tasa de reposo del corazón, mejora la circulación sanguínea y ayuda a prevenir enfermedades. El sistema inmune se fortalece y el cuerpo tendrá más potencia para combatir a los agentes patógenos.
Para hacer yoga sólo se necesitan unos minutos diarios. Es recomendable comenzar con una rutina liviana para principiantes y luego ir aumentando el tiempo y la dificultad de los ejercicios.
He aquí algunas recomendaciones:
- Comienza con los ejercicios en la mañana o en la tarde, teniendo el estómago vacío. Una buena forma es hacer un saludo al sol y otras asanas básicas.
- Usa ropa cómoda y suelta, y no calces zapatos. Si lo prefieres, puedes usar calcetines.
- Practica los ejercicios al aire libre o en un sitio luminoso, limpio y aireado.
- Al hacer los ejercicios, apóyate en una alfombra o estera.
- No le exijas demasiado a tu cuerpo, haz los ejercicios de modo de sentirte cómodo.
- Practica yoga de 20 a 40 minutos diarios.
Otras recomendaciones para hacer yoga es no obligarte a hacer ejercicios, o adoptar posturas o asanas que te son difíciles. Cada cuerpo es diferente y con el tiempo podrás aumentar tu flexibilidad y mejorar en la práctica.
La idea es relajarte y hacer los movimientos lentos, respirando pausada e uniformemente, estando consciente de la postura que adoptas y disfrutando de las sensaciones que te brinda tu propio cuerpo.
Conserva relajado el cuello, el rostro y la garganta, y mantén en todo momento la cabeza alineada con la columna vertebral.
Haz yoga relajando tu mente y tu cuerpo, y olvidando por un momento las preocupaciones, los compromisos y los pensamientos negativos.
Termina los ejercicios relajándote completamente, dándote una ducha y comenzando el día con nuevas energías.