Si vives cerca del mar, te resultará sencillo recolectar algas marinas para hacer un tratamiento de belleza. Existen muchos tipos de algas, pero todas son ricas en minerales, proteínas y vitaminas, y además de su uso externo como antiarrugas, tonificante y suavizante para la piel, se recomienda su consumo, pues es un alimento muy completo especialmente recomendado en dietas para bajar de peso.
El alga espirulina la puedes reconocer por su forma en espiral y su color verde azulado. Para hacer una mascarilla con este tipo de alga, recolecta un manojo y ponlo a secar sobre un tamiz o rejilla en lugar aireado y sin sol. Una vez deshidratadas, haz un polvo de algas y mézclalo con agua, amasando bien hasta hacer una pasta, aplica sobre el rostro y deja actuar 15 minutos.
El alga Nori es aquella que se utiliza para hacer el clásico Sushi. Se reconoce por su color rojizo púrpura, que se vuelve negruzco al deshidratarse.
Para hacer una mascarilla con este tipo de alga, mezcla en un recipiente 1/2 taza de alga nori deshidratada hecha polvo, ½ taza de pulpa de aloe vera, 2 cdas. de miel de abeja y agua, hasta hacer una pasta homogénea. Aplica sobre el rostro o el cabello mediante masajes, y deja actuar durante 15 minutos.
Este tipo de alga es fácilmente reconocible, pues tiene la apariencia de una lechuga.
La manera más sencilla de utilizarla es aplicar directamente sobre el rostro luego de la exposición al sol, para hidratar y humectar la piel, aunque puedes elaborar una mascarilla facial con el alga deshidratada, mediante el mismo procedimiento de la mascarilla de alga espirulina.
Con cualquier tipo de alga marina puedes hacer una mascarilla siguiendo el siguiente procedimiento:
Mezcla 2 cdas de algas marinas deshidratadas (seca las algas mediante el proceso detallado en la receta de mascarilla espirulina) con 1 taza de agua destilada y unas gotas de aceite esencial (busca el aceite recomendado para tu tipo de piel) y pon la preparación en la licuadora hasta que se trituren bien las algas. Aplica en el rostro y deja actuar 15 minutos.
Si elaboras cualquier tipo de receta cosmética con algas marinas, ten en cuenta que puedes guardarlo en el refrigerador, pero no más de 2 o 3 días. Haz un tratamiento continuado, siempre recurriendo al agua fresca, que recolectas bajo el agua y no en la superficie de las rocas, pues el alga secada al sol no tiene las propiedades que hacen efectivo el tratamiento de belleza.