Todas sabemos de los enormes daños que provoca el cigarrillo, pero no sólo nuestra salud se ve perjudicada, sino que también nuestra estética. A pesar de esto, millones de hombres y mujeres en el mundo fuman gran cantidad de cigarrillos por día.
El tabaco y la nicotina son sustancias altamente adictivas, por eso muchas personas no abandonan el vicio a pesar de estar informadas de las consecuencias. El mejor consejo es no probar nunca un cigarrillo, para evitar la adicción y todos sus efectos nocivos.
Además de perjudicar gravemente los pulmones y el corazón, el tabaco también afecta a la circulación sanguínea. Pero en lo que a belleza se refiere, el cigarrillo nos afecta mucho, ya que entre otras cosas, oscurece los dientes, manchando el esmalte dental y provocando la aparición de caries. También tiene efectos perjudiciales para la piel, ya que la reseca y acelera la formación de celulitis. El cabello también sufre resecamiento a causa del tabaco.
Recientemente, algunos estudios científicos demostraron que la exposición solar y el hábito de fumar son las conductas que más influyen en el envejecimiento prematuro, provocando la aparición de arrugas. Además, el tabaco provoca una mala oxigenación de la piel y, por lo tanto, disminuye la elasticidad y suavidad de la epidermis.
Otro de los efectos de la nicotina sobre la piel es que dificulta la correcta cicatrización de las heridas.
Pero no sólo la piel se perjudica a causa del tabaco, también las uñas se vuelven amarillentas y más quebradizas, y la voz puede volverse más grave, sin contar que el cigarrillo es la principal causa de mal aliento, por lo que las personas fumadoras deben utilizar desodorantes bucales muy a menudo.
Luego de leer todo el daño que nos hace el cigarrillo, ¿aún te dan ganas de fumar?