La piel necesita de cuidados diarios, ya que el sol, el viento y el frío repercuten sobre ella, por eso debemos limpiarla todos los días y realizarnos una mascarilla una vez a la semana.
Claro que es imprescindible que conozcamos nuestro tipo de piel para saber que productos podemos utilizar.
Si tienes piel normal, puedes realizar un limpiador y demaquillante natural mezclando un chorro de leche con tres gotas de aceite de girasol, luego lo aplicas sobre el cutis con un algodón, y retiras el excedente. Si quieres obtener una mascarilla para piel normal puedes realizar una muy simple pisando un plátano y extendiéndolo sobre tu rostro. La papaya es otra excelente opción, como así también el pepino.
Otra mascarilla consiste en licuar una manzana y aplicártela sobre el rostro, te quedará la piel muy suave, y también tiene un efecto astringente y es ideal para acabar con los granitos y espinillas.
Si tienes la piel grasa, te recomendamos una fórmula natural muy sencilla: mezcla dos cucharadas de agua con media cucharadita de bicarbonato de sodio. Pásate la mezcla con un algodón y retira el excedente. Luego de esto puedes aplicarte semanalmente una mascarilla de pepinos.
Si por el contrario tienes la piel seca, puedes mezclar un poco de tu crema hidratante con una cucharadita de aceite de oliva, colocarlo sobre el cutis, retirar completamente con un algodón.
Si tienes la piel muy blanca y a menudo se pone rojiza, puedes probar con una mascarilla hecha a base de una clara de huevo y la pulpa de un pepino.
Para finalizar y lucir radiante, no te olvides de la zona de las ojeras. Realiza un té de manzanillas y déjalo enfriar en la heladera. Luego, colócate compresas sobre las ojeras, notarás que tus ojos lucen desinflamados y con mejor aspecto.