La menta es una de las plantas más utilizadas para la salud y la belleza debido a su gran cantidad de propiedades con las que cuenta.
En la antigua Grecia se utilizaba la planta de menta para activar la circulación, curar resfríos y congestiones y combatir la mala digestión. Actualmente, se siguen utilizando las tisanas de menta como remedio natural para afecciones respiratorias, hepáticas y estomacales.
Pero la menta también es excelente para combatir la halitosis o mal aliento, por eso las pastas dentífricas suelen realizarse a base de esta planta. También es conocido su efecto afrodisíaco por ser un activador natural de la circulación. Además, las propiedades antisépticas, antibacterianas y calmantes que tiene la menta hacen que sea ideal para aliviar las picaduras de insectos.
La menta es muy utilizada en diferentes productos de cosmética. Por ejemplo, se usa menta en los tónicos capilares para evitar la caspa, en cremas para piel normal y lociones para quitar el maquillaje.
También son excelentes los baños relajantes de menta. Para esto puedes colocar una bolsa de tul con un puñado grande de hojas de menta, y ponerlas bajo el grifo de la tina. De esta manera perfumarás el agua pero evitarás que las hojas estén sueltas en la bañadera. También puedes lograr el mismo efecto colocando diez gotas de aceite esencial de menta en tu baño de inmersión, lo que te permitirá obtener relax a la vez que se activa tu sistema circulatorio y suavizas la piel, produciendo un efecto antiséptico.
La menta también es ideal para los baños pédicos, ya que es revitalizante luego de una larga jornada de trabajo.
Para las mujeres que cuidan su figura, les recomendamos beber té de menta dos veces al día, que ayuda a quemar las grasas corporales y tu dieta será más efectiva.