La celulitis es la acumulación de tejido adiposo en diferentes zonas del cuerpo. Se considera que el 80 por ciento de las mujeres sufre algún grado de celulitis. Si bien no se la puede considerar una enfermedad porque no presenta riesgos para la salud, lo cierto es que es un problema grande para la estética femenina.
Mucho se habla de la forma de prevenir la celulitis, pero cuando menos la esperamos, ella se instala en nuestro cuerpo y aparece la desesperación. Sin embargo, no siempre es tarde, hay formas de luchar contra esta invasora de la belleza femenina.
Lo más usual es que las mujeres padezcan de celulitis localizada en las piernas, los glúteos, el abdomen y la parte interna de los brazos, y suele aparecer en mujeres jóvenes, incluso, de menos de 30 años. Este tipo de celulitis suele aparecer con dolor y cansancio en las piernas, incluso podemos sentir las piernas pesadas aún cuando recién nos levantamos.
La llamada celulitis dura es la que suele aparecer en mujeres deportistas, no se notan los huecos clásicos en la piel pero aparece la piel de naranja en forma áspera y suele ser acompañada de algunas estrías de color blanco, que son producto del estiramiento de la piel.
La celulitis fláccida es la más temida por las mujeres y suele aparecer como consecuencia del sedentarismo o de los cambios notables de peso. Además de los huecos en la piel, aparece fatiga y cansancio muscular, además de mareos, nerviosismo y várices.
La celulitis puede reducirse con diferentes métodos. Los más clásicos consisten en ingerir pastillas que contienen una mezcla de centella asiática, vitaminas, gingko biloba, fucus, hiedra, y aloe vera. También vienen aguas termales con algunas de estas hierbas anti celulíticas para usar directamente sobre la piel. La centella asiática también puede conseguirse para uso tópico, es decir, en forma de crema o gel.
Es importante saber que la efectividad de un tratamiento para la celulitis consiste en su continuidad, se estima que se necesitan al menos dos meses para comenzar a ver los resultados, por lo que hay que tener paciencia y no abandonar el tratamiento.