Si bien el acné es más frecuente durante la adolescencia, lo cierto es que puede aparecer a cualquier edad, especialmente en mujeres que tienen el cutis graso o que no limpian adecuadamente su piel a diario.
Aunque no lo creas, dormir mal favorece la aparición del acné, porque durante la noche la piel renueva sus células y elimina toxinas, haciendo que el cutis luzca mejor cuando nos levantamos. Evita el cigarrillo y comer embutidos y dulces, porque también producen un exceso de grasitud en la piel, que es el caldo de cultivo para que aparezcan los barritos.
Otro factor importante para la aparición del acné es el estrés, por lo que evitar tensiones siempre es un buen consejo.
La alimentación es central a la hora de que nuestra piel se vea radiante, hidratada, limpia y sana.
Todos los días debes consumir al menos una porción de algunos de estos alimentos: champiñones, lechuga, melocotón, rábano, escarola, calabacín, espárragos y endivias. Éstos, además de contener agua, también evitan la oxidación de la piel y el envejecimiento celular.
Además, puedes recurrir a los alimentos astringentes para realizar una verdadera dieta anti acné. Para eso debes consumir: naranjas, pomelo, limón, pepino, piñas y manzanas.
Recuerda que el ejercicio físico hace que la sangre circule mejor y la piel reciba energía extra. También debes beber mucha agua y limpiar dos veces al día tu rostro con un tónico especial para tu tipo de piel.
Y si de todas maneras no puedes evitar que te aparezca un barrito, nunca lo aprietes, ya que luego te quedará la marca en la piel. Deja que se seque solo al cabo de algunos días.
El sol es muy bueno para curar los barritos en menor tiempo y hacerlos desaparecer, ya que los seca. Claro que siempre debes utilizar un protector solar adecuado para tu estilo de piel.